Muchas veces, el parto se realiza mediante cesárea. Tras el mismo, la madre diabética puede dar de mamar a su hijo sin problemas. De hecho, se recomienda la lactancia materna porque así se reducen las posibilidades de que el bebé desarrolle esta enfermedad, al tiempo que se previene la hipoglucemia en el bebé tras su nacimiento.
Si una mujer diabética o con diabetes gestacional controla su enfermedad disminuyen los riesgos de:
- Infecciones renales y vaginales en la madre.
- Presión sanguínea alta.
- Aumento del líquido amniótico denominado polihidramnios, que puede provocar dificultades para respirar a la madre y un parto prematuro.
- Parto prematuro.
- Bebé más grande de lo normal, que puede dificultar el parto.
- Mayor posibilidad de malformaciones cardíacas, digestivas, nerviosas y esqueléticas en el feto.
- Exceso de fabricación de insulina por el páncreas del bebé, que puede provocarle una hipoglucemia al nacer.